Un tema que siempre me ha llamado la atención especialmente por su proyección de futuro y sostenibilidad, es la arquitectura bioclimática. Este concepto hace referencia al diseño y la construcción de edificios teniendo en cuenta las condiciones climáticas y ambientales: El sol, la vegetación, la lluvia, los vientos, la altitud o el terreno, por ejemplo. Si se tienen en cuenta todas estas condiciones y se construyen los edificios en función de ellas, podemos aprovechar sus beneficios y adaptarnos mejor al entorno.

Desde hace siglos, el hombre ha construido sus casas con criterios bioclimáticos como qué pared debe tener más ventanas, dónde hay que poner persianas, en qué lado de la montaña se aprovecha mejor la luz del sol o cómo hay que protegerse de los vientos… Por eso, la arquitectura tradicional es más bioclimática que la actual. Hoy en día, la construcción se ha masificado, homogeneizándose para reducir costes y nos hemos alejado del modelo bioclimático. Una postura responsable por parte de la arquitectura en general, es intentar recuperar ese modelo para mejorar nuestra salud y la del planeta.

Características y desafíos

En el punto de la historia en el que vivimos, este concepto ya no resulta ninguna locura. Si hasta ahora los grandes arquitectos destacaban por una labor estética y ergonómica de estructuras, considero que, actualmente, debería ir implícito tener en cuenta el factor de la sostenibilidad en todo tipo de propuestas arquitectónicas. Existen muchos tipos de publicaciones, cursos, manuales y todo tipo de ayudas con referencias a este ámbito de trabajo el cual lleva en desarrollo desde hace muchos años en los que se ha trabajado duro y se han aplicado teorías de conservación ambiental y desarrollo tecnológico.

Los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado son uno de los componentes que más energía consumen en un edificio. Sin embargo, los diseñadores de la arquitectura moderna se proponen reducir el impacto de los procesos de calefacción y refrigeración actualmente. Los edificios bioclimáticos se construyen con métodos de diseño y construcción basados en el clima local, pretenden ser cómodos y estéticamente agradables utilizando la energía solar y otras fuentes ecológicas. En lugar de luchar contra la naturaleza, este tipo de arquitectura trabaja con ella y, como ya comentábamos, sus principios se remontan a muchos siglos atrás.

¿Qué ventajas ofrece una vivienda bioclimática?

  • Tiene en cuenta el clima, los ecosistemas y la hidrografía del entorno para maximizar el rendimiento y disminuir el impacto general
  • Aprovecha los patrones de viento y de la luz solar
  • Utiliza materiales de construcción de origen local
  • Utiliza técnicas de construcción de bajo impacto
  • Reduce el consumo de energía para la calefacción, la refrigeración, la iluminación y los equipos
  • Minimiza el balance energético global a lo largo de la construcción y durante su uso
  • Las metas de los edificios bioclimáticos

    Uno de los mayores retos de este tipo de edificios es demostrar su beneficio económico a nivel tangible. Uno de los mayores ejemplos de este tipo de arquitectura es la Torre en PNC Plaza, en Pittsburgh, esta sede corporativa realizó un estudio sobre la productividad de sus empleados en un tipo de edificio frente a otro para demostrarlo.

    Es esencial que los diseñadores tengan en cuenta el clima, la vegetación, la geografía del suelo y la topografía al elaborar los planes de construcción para crear un lugar cómodo para que la gente trabaje y viva. Para aprovechar el poder de la naturaleza en beneficio de la construcción y el medio ambiente, es necesario un profundo conocimiento de la ganancia solar, los flujos de ventilación natural, las soluciones de calefacción y el aislamiento. Por ejemplo, pueden utilizarse colores y superficies reflectantes para proteger los edificios del sol del verano, y los sistemas de refrigeración pasiva pueden eliminar el calor que se acumula durante el verano mediante la ventilación natural por la noche.

    Todas las personas que utilizan un edificio afectan a su rendimiento energético y este uso es perjudicial tanto en términos de económicos como de daños al medio ambiente. Al igual que protegemos nuestro cuerpo de los elementos de la naturaleza, también debemos proteger nuestros edificios utilizando un aislamiento adecuado, reduciendo el deslumbramiento y practicando buenos hábitos como el cierre de persianas y ventanas. Los edificios bioclimáticos son una rama de la tecnología de construcción ecológica, y una rama importante que puede ayudar a frenar el consumo de energía y hacer la vida más cómoda y asequible.

    Por eso, podemos asegurar que el objetivo principal de la arquitectura bioclimática es conseguir la sostenibilidad en la construcción reflejada en la mejora de los parámetros de eficiencia energética, reduciendo la necesidad de iluminación, ventilación y climatización artificial, sustituyendo el consumo energético convencional por uno renovable y reduciendo la “huella ecológica” de la construcción. También, cabe destacar que las combinaciones de soluciones bioclimáticas pueden implementarse tanto en proyectos nuevos, como en asentamientos históricos. En la rehabilitación de edificios históricos, debe prestarse especial atención a la colocación de sombreados exteriores u otros mecanismos en los marcos de las ventanas, para no dañar la arquitectura y la integridad histórica del edificio.