La arquitectura siempre se ha distinguido de otras formas de arte porque desempeña un papel tanto funcional como estético. También posee un componente histórico, grabando en piedra, cristal y acero las distintas etapas de la historia que definen la evolución de una civilización. Dicho esto, es imposible comparar a los distintos arquitectos a lo largo de la historia y de muchos de ellos no se conserva demasiada información, por lo que abordaremos personajes más o menos recientes:

1. Antonio Gaudí

Vivió entre 1.852 y 1.926 y pasó toda su carrera en Barcelona, donde construyó todos sus proyectos. Su obra insigne es la inacabada catedral de 1883 popularmente conocida como La Sagrada Familia, que a día de hoy parece seguir en una perpetua construcción. Su estilo se debatía en una mezcla de elementos barrocos, góticos, moriscos y victorianos que a menudo incluía azulejos ornamentales y solía tomar referencias de las formas de la naturaleza, como las columnas arbóreas que sostienen el vasto interior de la iglesia, así como en la fachada ondulada de la Casa Milà, otra de sus ínclitas creaciones inspirada en el macizo rocoso de Montserrat. Toda la obra del catalán ha tenido un impacto tremendo a la hora de situar Barcelona como una de las ciudades con más movimiento cultural de Europa.

2. Frank Lloyd Wright

modernos balcones

El siguiente arquitecto nació en 1867 en Wisconsin, hijo de una familia de origen británico, y vivió hasta 1959. El estadounidense revolucionó la arquitectura del siglo XX, también se dedicaba a la enseñanza y a la escritura. Diseñó la Casa Winslow, dando paso al estilo típico de casas de la pradera como reacción opuesta a la estética victoriana imperante, que enfatizaba la decoración oscura y los adornos recargados tanto en el interior como en el exterior de las edificaciones. En su lugar, Wright empleó geometrías limpias con énfasis en los planos horizontales. Su obra más famosa, el Falling Water, fue construida para el magnate de los grandes almacenes de Pittsburg, Edgar Kaufmann, en 1935. Esta construcción presenta unos modernos balcones rectangulares que parecen flotar sobre una cascada natural sobre la que está incorporado el edificio. Más adelante en su carrera, Wright adoptaría elementos curvilíneos, un cambio que encontró su expresión más célebre en el Museo Solomon R. Guggenheim.

3. Frank Gehry

Después de haber citado el Museo Solomon R. Guggenheim, me parece conveniente continuar la lista con este arquitecto de origen canadiense. Nacido en 1.929, Frank Gehry es probablemente el máximo exponente de la arquitectura en estos momentos gracias a su diseño para la sede del Museo Guggenheim en Bilbao en 1997. Aunque Gehry ya era un arquitecto reconocido cuyo sello de identidad eran las formas ondulantes que parecen desafiar la gravedad y la lógica de los métodos de construcción convencionales, el Guggenheim Bilbao sigue siendo el mejor ejemplo de un estilo que ha aplicado en muchas de sus obras, entre las que también destacan el Disney Hall de Los Ángeles o el Centro Ray y María Stata o Edificio 32 de Cambridge. El Guggenheim Bilbao sugiere un gran barco revestido de titanio y amarrado a un imaginario puerto del río Nervión.

4. Zaha Hadid

Esta arquitecta de origen anglo-iraní, vivió entre el 1.950 y el 2.016 y perteneció a la corriente del deconstructivismo. Fue la primera mujer en recibir el Premio Pritzker, entre otros muchos otros galardones. A lo largo de su trayectoria, diseñó edificios como el Centro de Arte Contemporáneo Rosenthal de Cincinnati, el Pabellón Puente de la Exposición Internacional de Zaragoza de 2008 o el Centro Acuático de Londres contribuyendo enormemente a la arquitectura moderna.

5. Norman Foster

Norman Robert Foster, nacido en 1.935 en Manchester, fue admirador del hombre que ocupa el segundo puesto de esta lista, Frank Lloyd Wright, además de Ludwig Mies van der Rohe y Le Corbusier. El británico trabajó al principio de su carrera como asociado de Buckminster Fuller, el notable visionario e inventor de la cúpula geodésica. Este reconocible patrón de formas triangulares debió de impresionar al joven Foster, ya que varios de sus edificios más famosos presentan estructuras similares en sus fachadas como el 30 St Mary Axe de Londres , conocido como The Gherkin (El Pepinillo), un rascacielos comercial en el distrito financiero de Londres que se inauguró en 2004. Su forma alargada que se estrecha en la punta se ha convertido en un icono internacional, tan sinónimo de Londres como la torre Eiffel lo es de París.

Es normal que en una lista de cinco personas queden fuera nombres que supusieron un antes y un después para la arquitectura, cualquier lista se quedaría corta, pero dentro de todos los que hay por elegir, estos cinco han sabido realizar un análisis ecléctico de todo lo que se había hecho anteriormente y aportar algo distinto. Ahora, solo nos queda aguardar para ver qué nuevos talentos consiguen hacerse un nombre entre los grandes y qué nuevas obras pasarán a la historia por reinventar, una vez más, la arquitectura.